Hoy no venimos a hablarte de abdominales. Ni de glúteos. Vamos a hablar de algo que casi nadie cuenta, pero que lo cambia todo: El impacto del entrenamiento en tus hormonas. Porque sí, moverte te ayuda a verte mejor. Pero sobre todo, te hace sentirte mejor
¿Te suena esto? Vas corriendo todo el día: curro, casa, niños, recados, mensajes, entreno (cuando puedes)… Y cuando por fin podrías parar, te quedas atrapada en Instagram porque ni sabes cómo desconectar. No es que seas vaga ni desorganizada. Es que vives en modo “alerta” constante. Y eso,
¿Te ha pasado alguna vez? Empiezas una dieta con toda la ilusión del mundo. Quieres perder unos kilos, “resetear” tu alimentación, ponerte seria con tus hábitos… Y al cabo de unas semanas: hambre, ansiedad, aburrimiento, culpabilidad… y otra vez al punto de partida. Más frustración que resultados.
El sueño es vital para nuestra salud, ¡y no solo para sentirte descansada! Según estudios, la falta de sueño crónico puede acelerar el envejecimiento, aumentar el riesgo de enfermedades y contribuir a la acumulación de grasa abdominal. El estrés se dispara, el metabolismo se frena, y el cuerpo no se
